Os voy a contar algo. El aumento de responsabilidades implica elevar el nivel de alerta. He pasado un fin de semana un poco extraño. La mayor parte de él metido en la cama tratando de mitigar los efectos de esta especia de catarro estacional. Siempre suelo ser pasto de estas congestiones nasales que terminan por encerrarme en casa durante un fin de semana. Lo bueno ha sido que los planes que tenía para éste se vinieron abajo por culpa de la lluvia, por lo que he podido descansar, recuperar horas de sueño, y hacer lo que más me gusta: leer.
El sábado estaba previsto que viniera una amiga de Madrid. Pero finalmente el tiempo echó por tierra los planes que tenía. Estuvo esperando hasta bien entrado el mediodía del sábado para ver si dejaba de llover. Incluso salió de Madrid y recorrió un centenar de kilómetros en un intento por averiguar si el agua caía con la misma intensidad que en la capital del reino.
Hubo de volver sobre sus pasos.
Yo sobre los míos. Regresaba al calor de las sábanas y casi cuatro kilos de mantas y dormía plácidamente toda la tarde. Finiquitaría el fin de semana con una sesión de órdago de plancha, en la que pondría en orden cinco lavadoras que quedaron pendientes de recoger en sus correspondientes armarios.
Así, esta mañana de lunes se me ha hecho un poco cuesta arriba. El viernes dejaba demasiadas cosas pendientes por hacer. Y lo primero que me viene a la cabeza cada vez que se empieza una semana nueva, es averiguar en qué va a consistir mi primer artículo para el blog de Infoempleo.com. Una página en blanco un lunes por la mañana se hace más difícil si en todo el fin de semana apenas sí has tocado para nada el ordenador.
Además, mi compromiso. El que de manera unilateral adquirí con mis lectores cuando empecé a colaborar para los de Vocento. Me propuse intentar tener actualizado mi blog lo más posible, y entre unas cosas y otras, se me va atrasando el trabajo, aunque tengo la agenda completamente al día en cuando a contenidos con que llenarla.
He anotado en un pequeño archivo de texto guardado en mi escritorio, los temas sobre los que cada día debiera de escribir. Al finalizar cada jornada, si no he tenido tiempo para actualizar mi blog, lo que hago es apuntar una frase que me recuerde qué he hecho hoy.
Llevo así casi una decena de días. Dando prioridad a las reuniones para posibles puestos de trabajo, dando preferencia a los contenidos para el blob de Infoempleo, poniendo por delante las consultas que me hacen mis lectores y fans de Twitter y de Facebook. Cosa que normalmente continúo haciendo en mis ratos muertos de la biblioteca a mi casa, y de mi casa a todas partes, gracias a mi dispositivo móvil Blackberry y su conexión a Internet mediante tarifa plana.
Al llegar a la biblioteca esta mañana me he propuesto tratar de actualizar, al menos, un par de entradas atrasadas al día. De esta forma, y de seguir ese ritmo, en una semana podría estar de nuevo a la par con la actualidad de los acontecimientos, y no tener que andar trampeando las fechas de publicación del blog, de mi Blackberry, ni cosas parecidas.
Lo bueno de los blogs es que, en función de hacia a dónde lo hayas enfocado, puede convertirse en un gran amigo y consejero. Una especie de diario oficial de tu vida, en la que recoger inquietudes, anhelos, deseos, sentimientos y necesidades. En mi caso quiero que la mayor parte de este blog sea un espejo que imite mi vida (rememorando una de las canciones de REM). Donde escribo un resumen de lo que me ha pasado cada día, desde cualesquiera de los puntos de vista que creo pueden ser de interés.
En el momento de mi vida en el que me encuentro actualmente, la necesidad por encontrar un trabajo es primordial. Tanto por el hecho de asegurarme unos ingresos suficientes, como por poder hacer frente a todo lo que he dejado pendiente.
En un punto de mi vida no muy lejano hube de hacer un punto y aparte necesario. Las circunstancias obligaron. Ahora me encuentro en un impasse, que espero pase pronto, y logre superar con notoriedad.
Por el momento, los recursos no faltan. Aunque mi gran motivación es la de poder encontrar un empleo en el que poder ofrecer mis conocimientos y experiencia, y ser útil a la empresa que me contrate y a la sociedad para la que produzca.
Malos tiempos. Mucha crisis. Pocas salidas.
Una extraña combinación de elementos que hace que más del veinte por ciento de la población estemos en la misma situación desesperada. Y, donde como siempre, un ochenta por ciento apenas sí es consciente de lo mal que se pasa, porque seguramente no hayan experimentado en sus carnes lo duro de la experiencia de quedarse sin trabajo.
Y lo peor de todo, sin expectativas de poderlo encontrar a largo plazo. No a corto o medio plazo… Lo terrible de todo esto, es que habrá gente que aún a largo plazo no dispondrá de medios que le puedan aportar recursos con los que vivir.
Con eso y con todo, puedo sentirme agradecido. Tengo la suerte de seguir haciendo lo que me gusta, y para lo que creo que he nacido, que no es otra cosa sino escribir. Y albergo la esperanza de encontrar algo en lo que desarrollar mi capacitación profesional… espero que no se haga esperar demasiado.
Pero a veces no me queda más remedio que ponerme en la piel de otros que están peor que yo. Y eso que si yo lo paso mal, no quiero imaginar la situación en la que aquellos puedan encontrarse.
Su desazón es mi aliento para seguir trabajando por tratar de aportar algo de luz a su desesperanza.
Aunque no tengo la menor idea de cómo va a terminar todo esto.
Desearía que bien. Como si de un cuento de hadas se tratara. Con final feliz.
Aunque si de pedir un deseo se trata, preferiría que mis conocimientos se aplicaran para que otros encontraran lo que buscan.
Sin dilación.
Sin largos, medios o plazos enteros.
Ya.
Entrada del 14.
Es marzo.
Año 2.
2011
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Antonio Vallejo Chanal
Social Media Strategist at Antonio Vallejo Chanal
Consultor y Estratega en Social Media y Marketing Digital. Mentor en redes sociales y marca personal. Escritor. Conferenciante. Formador. HootSuite Ambassador Lat-Am y España. Profesor de comunicación digital y marketing digital. Director de formación y profesor en Escuelas de Negocio y centros de estudios. Asesor de empresas en las Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana.
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