Todo profesional comete errores alguna vez. Sobre todo en los inicios. Cuando todo es nuevo. Estos son mis errores en marketing digital que supe corregir.
Lo inicios siempre son difíciles. No necesariamente duros, pero sí pueden complicarse y complicarte la vida. Sobre todo cuando empiezas a dar tus primeros pasos sin nadie que te eche una mano. El ejemplo que me viene a la mente es la primera vez que mis padres me soltaron las manos y comencé a caminar por mí mismo… hasta que me caí de bruces al suelo, dándome un buen golpe en la boca. Entonces mi coordinación no era demasiado buena y no entendía qué era eso de poner los brazos y las manos extendidas para frenar la caída. O cuando empecé a montar en bici sin los ayudantes en las ruedas de atrás. Ese momento en que el equilibrio es básico para no caerte con todo el equipo, en un momento en que tus pies parecen anclados a los pedales cada vez que te caes.
La memoria de los peces
No nos gusta recordar los errores. Pero a veces viene bien que alguien se interese por conocer cómo fueron nuestros inicios profesionales, por el mero hecho de aprender, y de enseñar a otros dónde no meter la pata. Esto es lo que pasó a mediados de 2016, cuando Ismael Ruíz me escribía con la inquietud de contar con el mayor número de profesionales del marketing digital para elaborar un post sobre fails y errores que cometimos en nuestros inicios profesionales.
Un reto y todo un ejercicio de reflexión con el que sincerarnos años después de haber conseguido posicionarme como profesional y entendido de este campo tan nuevo. Así que hube de hacer memoria y recordar aquellos tiempos en los que leer mucho era mi escuela, los blogs en HTML eran mi tesauro , y donde cualquier cosa que pudiera ser interesante, explotada y sorprendente pasaba bajo la lente escrutadora de mi microscopio, con el único objetivo de mejorar, ser mejor que mis referentes y tratar de igualarlos para hacer lo que ellos eran capaces de crear. Y llegar a convertirme en eso, en una especie de mago del marketing digital.
Hoy sigo siendo un aprendiz a diario. Aunque siempre veo magia en las cosas que consigo.
Aprender sobre Marketing Online a través de mis errores
Ese es el propósito de este post, que es parte integrante de uno mayor conformado por la recopilación de errores de 23 profesionales del marketing digital, realizada por Ismael Ruíz, que puedes leer en su blog, al completo.
He querido traer hasta mi blog la parte que me afecta profesional y personalmente, para que conozcas de primera mano los avatares por los que tuve que pasar en mis comienzos, y cómo tuve que afrontarlos para superarlos. Tal y como se reproduce en el artículo original.
Consultor para de empresas en Social Media, profesor y formador para diversas instituciones y centros de educación europeos. También es conferenciante habitual en eventos vinculados al Social Media y Asesor Social Media en la Cámara de Comercio de la Comunidad Valenciana.
★ Puedes seguir a Antonio en la web: antoniovchanal.com
Cuando ni siquiera piensas que esto de las redes sociales pudiera ser una profesión u oficio… empiezas a hacer cosas tomando el ejemplo de otros que hacen cosas similares.
Al verlas, sabes que eres capaz de hacerlas mil veces mejor.
La cruda realidad te hace bajar de la nube cuando descubres que todo tienes que hacerlo por tu cuenta.
Que tienes que descubrir qué hacen cómo lo hacen los demás, y casi siempre sin tener ni los conocimientos ni los medios técnicos para ellos.
Y es aquí cuando empieza lo divertido.
Error #1: No tener clara la temática a tratar en tu blog
Mi primer error fue empezar a escribir en un blog sin tener muy claro sobre qué quería hablar.
Fijaos que no hablo ni de posicionamiento ni de SEO. Ni de estrategia.
Simplemente quería escribir porque sabía que tener un blog era básico, y la plataforma más importante para darte a conocer en la red.
Pero no llegaba a atisbar qué les podría interesar sobre mí o que yo supiera, al resto de la gente que andaba contando historias en Facebook y en Twitter.
Y esto en un momento en el que en Twitter sólo se hablaba inglés, y en Facebook… la gente no mostraba sus vergüenzas como ahora.
Y éramos cuatro gatos. Así que daba la sensación de que quien escribía, sabía de qué hablaba, y además lo demostraba.
Por lo que lo más importante era el fondo y no la forma, y a mí me faltaban las dos cosas.
Error #2: No hacer una estrategia de difusión de tu contenido de valor
Mi segundo error fue cuando me di cuenta de que para que me leyeran, no bastaba con escribir bien, y decir verdades como puños, si no que te tenían que ver.
Así que viene la parte complicada de elegir qué hacer para ser visible.
¿Me meto en una red de blogs?
¿Publico en foros?
¿Con qué fin?
Pero si publico, tengo que interactuar y no tengo tiempo o no me apetece hacerlo con esa gente… “porque realmente lo que quieres es que te lean, no perder el tiempo en hacer amigos para que te lean” (¡vaya!).
Pues me dedico a moverlo por Twitter, pero sólo tengo ¡800 seguidores!
Y para colmo no es gente a la que le interese lo que escribo, porque no he seguido una estrategia a la hora de seguir a gente, sino que he estado siguiendo a gente que de verdad me interesaba leer y conocer.
Así que es el momento en el que descubres que hay que tener una estrategia y diseñarla, cuando nadie sabe cómo hacerlo.
Los inicios son complejos y complicados…
★ Mi consejo para quienes empezáis en esto es: que os equivoquéis.
Leed mucho a quienes consideréis gente de valor, #GenteQueSabe.
Pero equivocaos. Probad. Errad. Probad y volved a errar.
No hay nada más divertido que aprender, y nada mejor que aprender desde la ignorancia y sin saber exactamente qué es lo que estáis haciendo, mientras descubrís por el camino cómo funcionan las cosas.
Y más que nada, y sobre todo, porque cuando empiezas a ver que las cosas salen, y que además salen bien, sientes un subidón que difícilmente puedes igualar luego con el tiempo.
Ahora parece que todos tenemos claro lo que hay que hacer ‘para que te vean’.
Antes era todo más ‘artesano’, más natural.
Y cuando un post tuyo era replicado hasta el infinito como miles de comentarios solo por el hecho de que lo que dijiste, gustó. ¡Waw!
Sin haber mencionado o etiquetado a nadie.
Todo natural… Eso sí que es un gustazo.
No es mucho, pero creo que puede ayudaros. Al igual que el resto del artículo, gran post de Ismael. Si tenéis tiempo, leeroslo y sacad vuestras propias conclusiones. El tiempo es quien al final dirá si tuvisteis razón al aplicar nuestros consejos, y vuestras intuiciones.
Nadie nace sabiendo.
Antonio Vallejo Chanal
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