Consejos para los que desesperan buscando #empleo

Os voy a contar algo. Dirigido a quienes están un poco en la misma situación que yo: buscando empleo proactivamente y que no saben ya dónde mirar, dónde acudir, y qué hacer para encontrar una luz que les permita empezar a ser de nuevo productivos para esta sociedad. La propia experiencia siempre suele ser la mejor consejera. Aunque nos lleve por senderos desconocidos y llenos de sorpresas. Y en ocasiones, caminar por umbrales desconocidos, muchas veces a ciegas, sin un rumbo fijo, tropezando una y otra vez, puede facilitarnos el ver las cosas desde otra perspectiva cada vez que nos levantemos.
Mi blog personal se ha convertido en mi catarsis diaria. Es mi lugar favorito del mundo en el que me escondo de la realidad, y me muestro como soy a todos aquellos desconocidos que os atrevéis a entrar en mis dominios.
En realidad, para eso lo he creado.
Aunque lo que ha favorecido esta prolífica generación de contenidos no ha sido otra cosa que la desesperada búsqueda por encontrar un empleo a través de los medios disponibles con los que cuento.
El resultado, por el momento, no es el esperado.
Pero las cosas buenas siempre se hacen esperar. Y como decía Albert Einstein, “el azar no existe, Dios no juega a los dados con el universo”. Quiero decir que cada uno se labra su propio futuro con las acciones que hizo en el pasado, está haciendo en el presente, y gestará en un futuro.
No quiero ponerme filosófico. Resulto muy pesado en ese plan.
Pero sí que es necesario que cada uno de nosotros seamos conscientes de que lo que pongamos de nuestra parte para conseguir algo, finalmente se transformará en algo productivo para nosotros mismos.
Quizás esté asentando las bases de una teoría socializadora de la materia, donde parafraseando a Antoine Laurent Lavoisier, y su Teoría de la conservación de la materia, que reza que «la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma».

Así pues, transformemos nuestra energía negativa en positiva. Seamos proactivos, y miremos al mundo con esperanza.

La esperanza: la razón para todo esto

El pasado 12 de enero el usuario de Twitter y buen amigo @quieroserdircom (Sergio Gómez Marín) me escribía una contestación a una propuesta que lanzaba al aire, para que los usuarios de esta red social me sugirieran temas sobre los que hablar en este blog. “Habla sobre cómo mantener la motivación-ánimo cuando el tiempo pasa y no se consiguen resultados. ¡Be coach, my friend! ;)”, decía.
Bien me conoce. Y además es conocedor de los problemas por los que estoy pasando desde hace ya unos meses.
Sinceramente, y por mucho que se diga (y que yo diga) cuando las cosas van mal, es complicadísimo hacer ver a nadie otro punto de vista desde el que animarse.
A mí me ha pasado. Y cada día de la semana me acuesto pensando si el siguiente será por fin el momento en que alguien se ponga en contacto conmigo para proponerme algo serio y tangible. Algo que me ilusione y me permita reiniciar mi periplo profesional en cualquiera de los ámbitos de mi competencia.
Para quienes no habéis leído nunca mi blog, ni mis post anteriores, os comento que llevo desde diciembre de 2009 en las listas del INEM.
Cada día acudo a la biblioteca de mi pueblo de adopción (Benicàssim) para poder conectarme a Internet, y buscar proactivamente ofertas de empleo, tanto en mi localidad, las de alrededor, y provincias limítrofes. Entiéndase por limítrofes incluso Lugo, Orense y Pontevedra… quiero decir que busco en toda España.
Cada día sigo el mismo ritual:
1. Reviso en mi correo las ofertas de empleo que tengo de los principales portales a los que estoy suscrito.
2. Luego busco las ofertas que se hayan publicado en el día, o a lo largo del día de ayer. Tened en cuenta que normalmente los portales de empleo, envía las ofertas acumuladas hasta una hora determinada del día anterior, por lo que es aconsejable meterse en los portales y revisar si hay algo nuevo.
3. Reviso mis redes sociales. Sobre todo Twitter, realizando patrones de búsqueda de #empleo, pero también buscando entre los Community Managers de recursos humanos, cualquier novedad para modificar, mejorar y crear un más seductor currículo. Esto es muy importante.
4. Le dedico mis dos horitas a actualizar mi blog. Buscando cosas interesantes que contar, y en función del ánimo del día, me siento más predispuesto a escribir que otros.
5. Procuro divulgar unas cuantas veces mi perfil profesional a través de las redes sociales. Aunque para ello suelo usar más la conexión prepago del móvil, y lo suelo hacer por las tardes. En este sentido es muy positivo tener vinculados todos los perfiles profesionales disponibles con la red Twitter (eso ya os lo he contado con anterioridad). Quiero decir que cuando se tiene un perfil profesional en cada una de las redes sociales como Xing, LinkedIn, Facebook, Viadeo… es muy importante (una vez cumplimentados todos los requisitos) ofrecer a tus contactos una actualización periódica de tu actividad. Para ello Twitter dispone de herramientas de vinculación que estos portales implementan para que lo que actualices en un sitio se publicite en los demás (de manera biunívoca).
6. Mi presencia en las redes sociales tiene que ser inteligente. Ha de versar sobre lo que me interesa dar a conocer de mi perfil profesional. Si en mi caso es la #formacion, el #coaching y el #communitymanagement, lo que debo de hacer es escribir pensamientos razonados, inteligentes y contundentes que me ayuden a ser interesante para otros. Aquí lo que cuenta no es el número de seguidores que tengamos, sino la calidad de los mismos. Viene a ser como el esperma: más vale poco, pero fuerte, que mucho y diluido.
7. Y finalmente, de cuando en cuando uso el móvil para revisar quién hay de nuevo que me siga, le agradezco personalmente (o en grupo si son muchos) ese interés, y reviso mi Time Line para ver lo nuevo, y si hay algo interesante.
Constancia, tesón y no darse por vencido

Lo más importante es no rendirse.
Sé qué os suena ridículo y parece que es muy fácil decirlo.
Pero os voy a contar algo que quizás os anime un poco.
Mi situación desde hace meses es muy delicada. Además de estar sin trabajo, he dejado de recibir ya la prestación de la ayuda del PRODI. Se me acababa en diciembre y el último pago lo he recibido el día 10 de enero.
Vivo (no me duelen prendas en reconocerlo) en la vivienda de un familiar que va a ser desahuciado, por lo que los días en esa casa los tengo más que contados. Con deciros que a finales de este mes de enero ya se la queda el banco… y tendré que estudiar qué hago y dónde voy.
Actualmente estoy viviendo con lo poquito que tengo ahorrado.
Pero lo más importante es que no me puedo permitir el lujo (que lo es) de desanimarme y de darme por vencido en mi búsqueda de empleo.
Además (y esto va para los que son más jóvenes que yo), tengo 41 años recién cumplidos, por lo que mi umbral de expectativas laborales se limita aún más. Sobre todo si se tiene en cuenta que aparento menos (porque hago mucho deporte a diario), pero no es algo en lo que se fijen los reclutadores, sino más bien el tu fecha de nacimiento.
Así que aquí tenéis a un profesional de las TICs (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), experto en web 2.0 (y todo lo que hace referencia a ello (coaching 2.0, formación 2.0, consultoría 2.0, comunicación 2.0…), con más de veinte años de experiencia a sus espaldas, lidiando con la vida y hablando con conocimiento de causa, de causas no perdidas.
Porque yo no me doy por vencido.
Además…
Os confieso que estoy en proceso de selección de… a ver… una… dos… tres… cuatro… sí, eso es, cuatro empresas con las que ya he hablado y con las que he pasado el corte inicial de la primera entrevista de manera positiva. De hecho con una de ellas, ubicada en la Vall d’Uixó, cada dos semanas me llama para decirme que no me preocupe que la semana siguiente o la que viene me incorporo al puesto de trabajo…
… Y así desde el mes de noviembre.
Trato de haceros ver que lo que os he contado es materia actual y sufridor en mis propias carnes.
Pero no me rindo.
Ya saldrán las cosas. Tienen que hacerlo.
La esperanza es lo último que se pierde.
Por ello quizá es mejor tener poco. Así no hay mucho donde buscarla cuando la perdamos, ¿no creéis?
Entrada del 14.
Es enero.
Año 2.
2011

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Consultor y Estratega en Social Media y Marketing Digital. Mentor en redes sociales y marca personal. Escritor. Conferenciante. Formador. HootSuite Ambassador Lat-Am y España. Profesor de comunicación digital y marketing digital. Director de formación y profesor en Escuelas de Negocio y centros de estudios. Asesor de empresas en las Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana.

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Esta entrada tiene un comentario

  1. direcom

    Muy bueno el post, Antonio. Si existe la justicia, tu esfuerzo se verá recompensado. Estoy seguro que has animado a más de uno que haya leído tu entrada.

    Ah, y la metáfora del esperma te ha quedado que ni pintada. Más vale calidad que cantidad!!!

    Un saludo,
    Sergio G.